Uno de los programas en los que la revolución a puesto mayor empeño, sin lugar a dudas,  ha sido la salud como un derecho humano y universal, sin embargo, también es uno de los que más críticas recibe de parte de los que al Sol, solamente le ven las manchas, por eso  les contaré parte de mi experiencia y saquen ustedes sus propias conclusiones.

La inmensa mayoría de los latinos oyen  la canción de Juan Luis Guerra, que tiene como estribillo Me sube la bilirrubina cuando te miro y no me miras, la disfrutan y ya, pero  los que han visitado el sitio donde se cuenta mi vida, saben que muy recién nacido me subió la bilirrubina a niveles mortales al punto que no se resolvía con foto terapia, sino cambiándome la sangre, tratamiento que se llama ex sanguíneo transfusión.

Esto es un ejemplo de que nuestros médicos luchan tanto por la vida de un recién nacido que de un anciano centenario.
Era el año 1993, el país sufría las carencias ocasionadas por la suspensión de las importaciones que originó la caída del campo socialista, pero el banco de sangre tenía todos los volúmenes  necesitados y con la frescura y requisitos exigidos. Esto no costó un centavo.

Cuatro años después necesité una operación  para corregir el llamado pie equino,  la recibí en mi provincia, recibí infinidad de sesiones de cámara hiperbárica, y no le  costó  a mis padres ni un centavo.  Luego  cuando cursaba el 8vo grado se valoró por mi ortopédico Dr. Eugenito y el rehabilitador Dr. Luis Pérez que la limitación de mi mano derecha la podía disminuir con una operación por medio de la cual se realizaba Z flácida para alargar el tendón del brazo. La intervención se hizo y fue totalmente Gratuita.

El tratamiento exigió  para combatir la espasticidad del brazo, aplicarle Toxina Botulínica,  Botox, que por sus usos estéticos el producto se encarece y más cuando se compra en Europa, pues producto de las prohibiciones que imponen las leyes del bloqueo, este medicamento como muchos otros hay que comprarlo a terceros  en Europa, de modo que esto también  hace que  su precio se multiplique por el flete, el riesgo para el vendedor entre otras causas, pero recibí el tratamiento y a mi familia nunca le costó nada.

Puedo contarles que además de haber sido atendido en el Hospital Julito Díaz, del que les he hablado y del Hospital Neurológico Nacional,  también  fui atendido en el CIREN, (Centro Internacional de Restauración Neurológica) por el Dr. Maragoto, también estuve ingresado en el Hospital Ortopédico Frank País, he estado en el Hospital WIliam Soler y cuando mis padres llegaron a estos centros de salud   nadie le preguntó por seguro de salud, “MEDICARE” o si es comunista o no, sencillamente fui atendido.

Yo siempre seré un eterno inconforme, porque creo que todas las obras humanas pueden ser mejoradas y  nuestra cobertura médica  no está exenta de ello, pero en mi opinión negar las garantías  que tenemos en un tema tan sensible como lo es el derecho la vida, es ser  muy malagradecidos.

Les pido a los grandes medios de la “información” que investiguen sobre ello, antes de realizar campañas que no tienen ni pie ni cabida en la Cuba actual.,  Se lo pide alguien que ha sentido las manos generosas de esta gran obra de amor.
Viva Cuba.