Respuesta de un joven discapacitado cubano a los proyectos de la USAID
Leyendo la prensa escrita, encontré un artículo al cual le puse singular atención, era un resumen de los nuevos proyectos de la USAID en Cuba. Parece un cuento de Ciencia Ficción, proponer millones para infiltrarse en los niños y jóvenes cubanos, principalmente en aquellos que tenemos una discapacidad o desventaja.
En mi condición de joven y discapacitado, quiero decirles a los señores de la USAID que ni sus millones, ni los cantos de sirenas imperialistas harán claudicar nuestros principios, primero porque somos herederos de las heroicas paginas escritas por la juventud cubana en nuestra gloriosa historia y en segundo lugar porque si existe un sector que ha sentido la grandeza de nuestra revolución este segmento somos nosotros.
En mi caso particular desde mi nacimiento he recibido tratamientos de millonarios, estuve 27 días en cuidados intensivos, luego ingresé tres años en un hospital en la Habana, el Julito Díaz, en pleno Periodo Especial y a mis padres nunca le preguntaron con cuanto contaban para el tratamiento. Luego de cuatro años di mis primeros pasos, gracias al sistema de salud cubano.
Años después comencé mis estudios en la enseñanza especial del lenguaje, dos años después transité a la enseñanza regular en 2do grado, así cursé todos los grados hasta hoy que ya terminé mi 12 grado, he pasado todos los cursos que ofrece el sistema de los jóvenes clubes de computación, y tengo ya otorgada la carrera de Periodismo.
Les hago mi historia que puede ser la misma de todos los que como yo hemos sentido las manos generosas de esta gran obra de amor.
Me pregunto: ¿Lo que pretenden vendernos como bueno es esto?
En el mundo existen más de 215 millones de niños trabajando, y de ellos 115 millones están expuestos a labores riesgosas o a diversas formas de explotación, la mayor parte de los menores explotados se concentra en Asia y el Pacífico, donde suman 113, 6 millones. Pero según la organización Save the Children, en Italia hay 500 000 menores que deben laborar, la mayoría de los cuales pertenecen a familias pobres.
Según la USAID el presupuesto destinado a la juventud cubana dará prioridad a las edades entre los 12 y 18 años. Estos datos de la niñez en el mundo acaso no son de interés para ellos.
Entre los 5 y los 11 años, hay más niñas que trabajan que niños. Las niñas trabajan más en trabajos peligrosos, así como en la prostitución, y además trabajan más horas que los niños. La mayoría lo hacen en la agricultura, según una encuesta realizada en 16 países, que muestra que el 61% de las niñas económicamente activas, de 5 a 14 años de edad, trabajan en ese sector, uno de los tres más peligrosos, «en términos de muertes, accidentes, enfermedades y dolencias de origen profesional». Entre las niñas que trabajan en tareas domésticas en hogares distintos al suyo «muchas tienen que trabajar largas jornadas, a veces hasta 15 horas diarias, y estar siempre disponibles».
Aunque resulte imposible conocer la verdadera magnitud de la trata de seres humanos, al menos 1,8 millones de niños son víctimas de la explotación sexual comercial o de la pornografía en todo el mundo, constituyendo las niñas una vasta mayoría de ese total.
¿Libertad de expresión?
Los niños y jóvenes cubanos tenemos la oportunidad, de reunirnos con la dirección del país donde planteamos nuestras inquietudes y recibir respuesta a ellas. ¿En qué país del mundo sucede esto?
No nos engañemos la USAID, podríamos llamarla una sucursal de la CIA, con el objetivo de poner en practica el Carril 2 de la ley Torrichelli, es el canal de la administración Obama para fabricar una contrarrevolución interna, que no tiene ni pies ni cabida en nuestro pueblo, pues nosotros defendemos el sistema porque somos revolucionarios y hemos sentido de cerca las bondades del mismo, mientras que ellos los contrarrevolucionarios lo hacen porque son juguetes, marionetas, peones del Imperio.
Por ello existimos jóvenes dispuestos a darlo todo por defender nuestras conquistas y un ejemplo de ello son nuestro cinco hermanos presos en EEUU los que su única infracción fue penetrar la vandálica mafia terrorista del sur de la Florida para impedir la muerte de su pueblo.
En nombre de la juventud cubana me indigno y denuncio a los que pretenden comprar la ideología de la juventud cubana, comprometida con su tiempo, con una supuesta ayuda que en nada se compara con todo lo que ha hecho nuestra revolución por el bien de sus niños, adolescentes y jóvenes.
Viva la revolución
Publicado el julio 23, 2011 en Mi columna de opinión y etiquetado en Cuba, discapacidad, Habana, niños y jóvenes, USAID. Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.
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