No soy un estudiante de ciencias políticas, soy un estudiante cubano, discapacitado, de 18 años de edad, que gracias a lo que ha hecho la revolución, hoy espero iniciar una carrera de Periodismo con el deseo de convertirme en un profesional útil a mí Patria.

Ya varias  personas me han dicho, que no debo agradecer todo lo que soy a la Revolución, y quizás para quien lo vea desde una óptica muy egoísta tiene razón, pero muchas veces me he puesto a pensar, ¿que hubiera sido de mí,  si en vez de haber nacido en un país como Cuba donde lo más importante es la vida de su pueblo, hubiera nacido en un país capitalista que su prioridad es únicamente favorecer los intereses de los millonarios?

Sencillamente la respuesta no puede ser otra, quizás no estuviera ni vivo, pues en una sociedad de consumo donde se mide a los hombres por la cantidad de Yates y restaurantes que posean, claramente que dentro de sus prioridades no puede estar la vida de sus niños. ¿Por qué  esos egoístas que no ven la luz, nada más ven las manchas no se ocupan de tratar de resolver primero sus problemas?

Es porque sencillamente no pueden concebir que de 6800 millones de persona que habitamos esta nave espacial, existan 1020 millones que son desnutridos crónicos y aun  representando el 15% de la población mundial ninguno de estos es Cubano. Porque a pesar de que tenemos una economía todavía débil nuestro país se ocupa de garantizarnos mensualmente, a precios subsidiados, una  porción  importante de lo que necesitamos para alimentarnos.

Tampoco ven que de los 2000 millones que no tienen acceso a medicamentos, ninguno es cubano, pues desde mucho antes de triunfar la revolución nuestro comandante en su histórico alegato “La historia me absolverá” denunció el problema de la salud, al que  después del triunfo de la revolución se le diera respuesta. Sin chovinismo yo soy un ejemplo y no el único  de los esfuerzos que hace nuestro país por la salud de sus hijos.

¿Por qué su vista no alcanza para ver que en el mundo hay al menos 218 millones de niños entre 5 y 17 años que  trabajan a menudo en condiciones de esclavitud y ningunos de ellos es cubano? Y esto no es casualidad, Cuba se preocupa por su niñez y adolescencia.

En el mundo existen 774 millones de personas adultas que son analfabetas, quizás antes del 22 de diciembre de 1961, alguno de estos fueran cubanos, hoy es totalmente imposible.

¿Por qué en vez de criticar nuestro modelo, no se preocupan por las 18 millones de muertes por año debido a la pobreza, casi todos niños menores de 5 años?

¡Socialismo o Barbarie! Así sentenciaron Federico Engels y Rosa Luxemburgo el destino de la humanidad, esta sentencia de muerte para el capitalismo es  hoy más actual que nunca.

No soy experto en economía, pero me atrevo a asegurar que con el dinero que dedican los países imperialistas a su carrera bélica se pudieran resolver una buena parte de estos grandes y amenazadores problemas de nuestro mundo contemporáneo, que si en el lugar de invertir 20 millones para financiar a los  mercenarios en Cuba, este dinero se invirtiera en cosas útiles la historia fuera otra y nuestras relaciones fueran mejores.

Que equivocados están los que sueñan que Cuba regresará al capitalismo. No se crean ustedes que no sabemos que  el modelo capitalista que nos tienen reservado no  se parecerá al de Estados Unidos, ni siquiera escalones más bajos como Brasil, Argentina y Chile, ni se lo imaginen.

Pues el modelo que nos toca es el capitalismo salvaje de Haití, de  Guatemala, de Honduras, el que vivíamos antes del triunfo de la Revolución, que la mayoría de los hijos de esta tierra sufrieron y  no lo han olvidado. A los mercenarios los invito a que se  adentren un poco más en la Historia de Cuba y comparen.

Me gustaría que conocieran  que para mi concepto el Imperialismo,  es hijo por vía paterna del Capitalismo salvaje y por vía materna de las miserias humanas. Vecino de todas las partes donde existan recursos naturales que puedan ser explotados.

Estos números que parecen de ficción y desgraciadamente no lo son, es lo que nos ha ofrecido el capitalismo con el imperio a la cabeza después de 500 años de explotación,  pues su único propósito es lograr que los ricos sean cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres.

Por ello su destino no puede ser otro que no sea desaparecer de la faz de la tierra y establecer sobre sus cenizas una sociedad mucho más equitativa y justa que conlleve a la paz y la armonía en el mundo.

Abajo el imperialismo.