Un cubano de pura cepa (2da PARTE)

(TOMADO DE CUBADEBATE)

-EG: ¿Cómo era el día, qué hacían durante un día típico allí en esos años?

-RR: Había tiempo de frío y de calor, esos tiempos hacían una diferencia. René corría mucho, yo creo que el frío le gustaba más; a mí no, yo creo que el frío me hace daño, pero él salía en ese tiempo; yo me iba para la yarda y René cuando no estaba corriendo estaba leyendo. La solidaridad del mundo, me imagino que con los otros sea igual, se podía ver a través del correo que él leía, eso era un evento que todo el mundo esperaba; eran cartas y cartas y todas para una sola dirección: para René.-EG: O sea, la cantidad de cartas que le llegaban…

-RR: Le llegaban de Australia, de Rusia, de China, de todos los lados.

-EG: ¿Y los otros presos, cuando veían eso?

-RR: Era una jarana, todos se reían…

-EG: Sabían ya quien era René.

-RR: Le decían “Oye, guárdame las estampillas”, porque a esa gente que le gusta colectar, les mandan a su familia; yo tengo muchas, yo guardé muchas estampillas, las repetidas las iba dando. Casi todo el mundo venía a decirme cosas a mí para que se las dijera a él; las personas que no tenían confianza con él me tenían a mí como trampolín. Les daba pena, a muchos les daba pena.

-EG: ¿René era muy serio, cómo era…?

-RR: No, qué pasa, a veces nosotros los seres humanos hablamos tantas cosas, que a veces ni la sentimos, y después nos da pena venir para atrás, después de tanto que se ha hablado, llegar y saber que yo hablé tanto de ti y venir y decirte algo…

-EG: Eso me lo dices porque, te pregunto, ¿hubo algún sector cubano que en algún momento fue hostil con René?

-RR: No hostil con René, hostil con ellos mismos, porque sacaban temas delante de él, sabiendo que puede que golpee, que choque, pero sacaban temas…

-EG: Temas controversiales.

-RR: Por ejemplo, hubo uno que un día dice… no sé…

-EG: Dale, cuéntalo.

-RR: Bueno, dice: “Mi mamá fue a La Habana a operarse de catarata y tuvo que llevar la toalla y tuvo que llevar la sábana”; entonces, estábamos allí reunidos, y siempre el que salía adelante era yo, como en La Biblia Pedro, que para todo sale Pedro con el hacha en la mano, y entonces yo le decía: “¿Verdad, y cuánto le cobraron por la operación?” Y me dijo, “No, bastaba que le hubieran cobrado, si tuvo que llevar su sábana”. Y le dije: “Tiene toda la razón, a mi papá lo llevamos a operar de catarata ahí en el Instituto Beraja de Miami, y no tuvo que llevar ni sábana ni toalla; pero le cobraron mil doscientos dólares por cada ojo; no sé cuantas cajas de sábanas tú comprarías con dos mil cuatrocientos dólares; a ver qué te convendría a ti mejor, llevar una sábana y una toalla o llevar dos mil cuatrocientos dólares”. Ahí sí me decían horrores a mí.

-EG: Cuando se daban esas discusiones, René, qué hacía.

-RR: René se reía, pero después entraba con sentido… El tiene una frase que me gustaba mucho y que después yo he usado y la sigo usando mucho. El me decía: “Mira, es que tú estás basando tus conversaciones en cosas que tú oyes, pero tú no estás basando tu conversación en cosas que tú ves. Sé realista, mira la realidad, mira todo el proceso y luego el final. Piensa una cosa, qué somos nosotros comparados con todos esos países, todo el mundo quiere comparar a Cuba mirando para el norte.” Y es verdad, no se puede comparar a Cuba mirando para el norte. Te lo digo yo que estuve en una oficina de emigración y te digo que vi canadienses, australianos, chinos, todo el mundo quería venir para aquí (Estados Unidos), porque aquí está todo el dinero que se llevan en el mundo entero. Yo siempre lo digo: yo nunca he visto un balsero que haga una balsa y se vaya para allá abajo por Batabanó. Allá abajo no hay un guardacostas norteamericano. Todos los balseros quieren venir para acá; para aquí quiere venir el mundo entero. Mira, una persona que me diga en mi cara que no podía aguantar más vivir en Cuba yo no se lo creo, por qué no se fue para Guatemala, y cuando tiene el chance de irse para Guatemala quiere dar la vuelta y venir aquí. El final no es salir de Cuba, el final es entrar aquí.

-EG: Rody, háblame de la interacción, en las horas de ocio.
-RR: No había ocio. A René le dolía cuando una persona decía: “Estoy matando el tiempo”. Como dice La Biblia, si Dios te dio el tiempo, ¿Cómo vas a matarlo con lo poquito que hay? El poco tiempo que nosotros tenemos, 80 o 90 años de vida, comparado con la eternidad no es nada; cómo lo vas a matar. El nunca estaba matando el tiempo, él se sentaba en la silla y ponía los dos pies arriba de la cama, yo no entiendo cómo podía leer así, siempre tenía un libro, y devoraba los libros con facilidad. Yo creía que yo era lector, pero cuando yo veo la forma en que él lee… se devora los libros, y libros que para otros se hacen pesados, a mí se me hacen pesados; ese tipo de libro.
-EG: ¿Y del caso hablaba, tú le preguntabas?
-RR: Yo tuve una relación especial con él, él conmigo fue franco en muchos aspectos, aunque asumo que él tuvo cosas que haberse reservado.
-EG: Quiero que me hables de si él te contó cómo fue el juicio…
-RR: Sí, sí.
-EG: ¿Y llegaste a conocer a la familia de René?
-RR: Yo tengo fotos maravillosas de todo eso.
-EG: Rody, ¿tú te consideras un amigo de René?
-RR: Sí. Fue una bendición conocer a sus familiares. A todos los pude conocer, menos a Olguita, aunque tenemos buena amistad; nos escribíamos mucho cuando estábamos allá, por e-mail, y aquí todavía tenemos cierta comunicación; déjame decirte que estoy controlado, tú mismo lo explicaste.
-EG: Sí, déjame decirlo: Rody y René no pueden comunicarse entre ellos, porque entre las condiciones que tiene la libertad supervisada, tanto para Rody como para René, es que dos personas que sean consideradas ex reclusas no pueden, durante la probatoria, comunicarse entre ellas; pero bueno, Rody sí puede venir aquí y hablar conmigo.
-RR: Sí Edmundo, yo quiero hacer las cosas como son, esté o no de acuerdo con principios ideológicos, quiero honrarme a mí mismo haciendo lo correcto.

Acerca de jorgitoxcuba

Mi nombre es Jorge Jerez Belisario soy un joven discapacitado camagüeyano con parálisis cerebral. He superado mis limitaciones físico-motoras y trastornos del lenguaje, para vencer con voluntad el entuerto de la naturaleza. Gracias a las posibilidades brindadas por la Revolución Cubana, me gradué con Título de Oro la carrera de Periodismo en la Universidad de Camagüey.

Publicado el junio 16, 2012 en Cinco Héroes Cubanos y etiquetado en , , , , , . Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.

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