Aún recuerdo aquel instante en que por la puerta de aquel pequeño avión, saliera el rostro alegre de Juan Miguel con su niño en los brazos. Abajo lo esperaban sus familiares y su grupo de la escuela en representación de todos los pioneros cubanos que, tanto habíamos luchado por su regreso a Cuba.

Fue una larga batalla; pero al final vencimos, vencimos por la capacidad de movilización del pueblo, que hizo saber a la comunidad internacional la existencia de un niño secuestrado por la Mafia miamense.

Un día como hoy me hace pensar que confiadamente en que traeremos a nuestros Cinco hermanos de vuelta, porque movilizaremos al mundo y le haremos saber la verdad que han escondido los medios del imperio.

Cuando conocí a Elián y tuve la oportunidad de compartir varias semanas en el mismo lugar, me convencí de que no habíamos luchado por gusto, este sencillo joven revolucionó al mundo, revolucionó a Cuba y su secuestro dio inicio a una obra maravillosa “La batalla de Ideas.”