De lo que no podrán privarte
Muchas veces en mi sueños he visto este lugar, en mi recorrido se observa un pequeño poblado rodeado de un cordón de seguridad. Las casas de madera, inhabitadas, a las que se prohíbe el paso.
Sin sus habitantes, por que hubo emanaciones de una sustancia tóxica y tuvieron que desalojar el pueblo. La sustancia es peligrosa y por eso no se destruyen, porque existe el temor que se expanda al demoler las viviendas. Las casas vacías realmente le dan una imagen de pueblo fantasma a ese entorno.
Para acceder a mi lugar de destino hay que atravesar un camino polvoriento en medio de una especie de desierto, pero el lugar al que me dirijo está rodeado de montañas.
Cuando ya casi llego, lo se porque se aprecian varias torres gigantescas con miras telescópicas a una distancia prudencial, lo cual indica que la entrada está próxima. Ya allí uno se enfrenta a un complejo fortificado donde se encuentran las distintas unidades, una especie de masa compacta totalmente gris de cemento y acero rodeada de gruesos alambres. No hay ventanas, lo que da mayor sensación de encierro.
Y finalmente llego a un lugar que se caracteriza por su frialdad, sus sofisticados sistemas de seguridad y el color gris que reina en todas partes, Victorville, la prisión de mi padre.
Todo lo que llevo a mi padre lo guardo en mi mente y en mi corazón, Las regulaciones del sistema penitenciario norteamericano son muy estrictas y no permiten que se le lleve nada al prisionero.
Siempre me mandan a quitar los zapatos y me marcan en el mismo lugar y de la misma manera lo hacen con todos los que están en una larga fila, se les coloca una señal en el antebrazo que luego puede verse con una linterna láser.
Cuando visito a mi padre me gustaría que el sol nos iluminara el rostro y que el aire circulara formando un torbellino que tocara su rostro y el mío y de esta manera compartiríamos las caricias que los padres le dan a sus hijos y que los hijos le dan a su padre, pues solo se permite un pequeño abrazo al llegar y otro a la salida, pero no siempre es así, Todo transcurre en una sala común totalmente cerrada e iluminada artificialmente donde se pierde la noción del tiempo.
El lugar donde nos vemos tiene pequeñas mesitas y sillas plásticas, también de color gris. Siempre bajo la vigilancia de varios oficiales que llaman la atención o pueden incluso interrumpir la visita si se toca al prisionero. Cuando me regañan por querer abrazarlo y sentir que me apriete fuerte contra su pecho no pienso en mi, pienso en mi madre Adriana el día en pueda visitar a mi padre después de casi 13 años en que el gobierno norteamericano convirtiendo su caso en un juego político que extiende sus consecuencias no solo tratando de castigarlo a él si no torturándola psicológicamente a ella.
Este injusto encarcelamiento le ha privado de compartir el sueño todas las noches con el hombre que ama, dar la luz a un bebé que sea el fruto de ese amor, cambiar sus pañales, dar el pecho, escucharlo decir sus primeras palabras, casi siempre papá, que orgullo para ella que la primera palabra hubiera sido papá, siempre me ha dicho que mi papá Gera es mejor padre que ella madre, y por eso pienso en ella cuando me regañan los guardias en mi sueños.
Pues el día en que pueda recorrer este camino, no en sueños como los míos, sino en la realidad, como deseará abrazarlo y estar pegada a su pecho 10, 20 minutos los que hagan falta para calmar las palpitaciones de dos corazones que han sufrido más trece años por una razón, la de ser cubanos.
Es por ello que para que no sigan careciendo del amor de un hijo, he decidido serlo, no en mi sueños sino en la realidad, al que ya no le dará el pecho, dice más que papá, no tendrá que ponerle pañales, pero al que le podrá dar un consejo de los que tanto necesitan los adolescentes, confiarles sus secretos, compartir nuestros pequeños triunfos y juntos reponernos de los duros golpe que la vida nos depare con esta injusta prisión.
Los acompañaré en esta lucha como el más fiel de los hijos, guardaré en lo más profundo de mi corazón sus cartas, sus presentes que tienen un valor sentimental incalculable.
A mi padre podrán privarlo de ver la luz del Sol, de respirar aire puro, de bañar su cuerpo, de una llamada telefónica, conversar con sus compañeros de cárcel, demorarle su correspondencia, de ver a los seres que ama, pero de lo que jamás lo podrán privar es de ser el hombre digno, patriota, humano y bueno que es, de amar a su revolución, de ver en Fidel un padre, la confianza en el socialismo y que después de ya casi 13 años no han podido hacerle ni la más minúscula mella a sus ideales, mucho menos a su espíritu de victoria y la confianza en su regreso.
A mi padre no lo podrán privar de amar y ser amado por la mujer más fuerte y sensible a la vez, dulce, consejera, tierna, sincera y firme y mucho menos de contar con mi cariño, mi admiración y respeto, crecer con su ejemplo y querer para ser un hombre de bien tener sus valores y sus principios con los que seria sin lugar a dudas el ideal de hombre nuevo con que soñara el Che. De esto jamás lo podrán privar.
Libertad para los Cinco.
Publicado el septiembre 12, 2012 en Cinco Héroes Cubanos y etiquetado en Gerardo, Libertad para los Cinco, prisionero, Victorville. Guarda el enlace permanente. 4 comentarios.
Hola Jorge soy Rosa Bernal, hermana de un artista plástico con síndrome de Down y que lleva en la lucha por los cinco desde el año 2004, que fue su primer viaje a cuba donde hizo dos exposiciones una en la habana y otra en Camagüey, ciudad que adoramos, si quieres mas información, dímelo y te la mando hay una pequeña animación con los dibujos de paco se llama ciudad comprometida esta en
PACO BERNAL Esquerra Unida de Calp espero te guste ya nos hablamos mi correo es
parobergil@ozu.es y mi hermano se llama PACO BERNAL busca en internet hay cosas de el y de los cinco, nosotros estamos ahora trabajando en una colección de cuentos uno para cada uno de los cinco ya tenemos dos que si quieres te los puedo mandar si quieres colgarlo bueno espero noticias tuyas besos rosa
VIVA CUBA SOCIALISTA Y SOBERANA
LOS CINCO VOLVERÁN
Gracias por tu labor Jorgito, cuando los Cinco regresen creo que cada uno te debe un fuerte abrazo.
Que bonito escrito Jorge, no puedo mandarte nada me devuelven el correo, ya tengo lo que me pediste de la entrevista, quiero viajar a Cuba para noviembre y tengo pensado ir a Camagúey, sera el momento de vernos y abrazarnos
Te esperaremos con los brazos abiertos.