Salto al frente en el 2013
A fuerza de saltos, Jeinkler Aguirre y José Antonio Guerra han logrado hacerse de un puesto en la elite de los clavados en el mundo. No por gusto, ocupan actualmente el cuarto lugar del ranking de la FINA (Federación Internacional de Natación), en la modalidad sincronizada de la plataforma a diez metros.
En Londres, los cubanos demostraron que tales resultados no tienen nada de casual. Intentando conocer los “secretos” que los sustentan,conversé hace algunos días con ambos atletas. — En el certamen sincronizado terminaron quintos, un gran resultado teniendo en cuenta el alto nivel de la competencia. ¿Se sienten satisfechos?
Jeinkler (J.) — En la olimpiada hicimos 450 puntos, nuestra mejor marca de la temporada. Fue un torneo muy peleado, en el que además de los chinos, otras cuatro o cinco parejas teníamos posibilidades de subir al podio. Todo dependía de la complejidad y calidad de los saltos, aunque también influyeron los jueces, que en nuestro caso se comportaron con demasiado rigor.
— ¿Por eso algunas de sus ejecuciones no tuvieron tanta complejidad? ¿Trataban de “asegurar” puntos?
J. — Esa decisión obedece sobre todo a las difíciles condiciones en que se desarrolla el trabajo del clavado en Cuba. Por ejemplo, en el Complejo de Piscinas Baraguá, nuestra principal instalación, las bajas temperaturas impiden que estemos mucho tiempo en el agua y afectan la elaboración de los saltos. Tampoco el gimnasio permite entrenar a plenitud de forma.
José Antonio (J.A.) — Parte de esos problemas se resolverá cuando comencemos a utilizar una piscina más moderna, ubicada en Matanzas. Allí organizaremos un pequeño centro de preparación donde se concentren los mejores talentos del país, empezando por la edad juvenil.
— Volviendo a Londres. ¿Jeinkler, qué sucedió en la competencia individual? Quedaste un tanto por debajo de tus posibilidades…
J. — El primer día, en la ronda preliminar, me sentí bien, clasifiqué sin problemas, aunque sin hacer mis mejores registros. Ya en la semifinal, el segundo clavado me salió mal y estuve un poco desconcentrado. Luego de eso, no pude recuperar el paso y terminé fuera de la final.
— Tras la olimpiada, ¿cuáles son los planes?
J.A. — Yo había anunciado mi retiro para este año, pero debido a nuestra clasificación a la Serie Mundial del 2013 y el Campeonato Mundial de Deportes Acuáticos, decidí quedarme hasta el próximo julio. Aunque solamente competiré en el sincronizado.
J. — El ciclo olímpico que comienza deberá ser muy disputado. Además de las competencias, trabajaré en mis saltos individuales y, teniendo en cuenta el cercano retiro de Jose, en la sincronización con Deinet Castellanos, mi futuro compañero de dupla. Él es un año menor que yo y tenemos experiencia compitiendo juntos. Incluso en el 2008 participamos en el Mundial Juvenil de Alemania.
— ¿Cómo ven el futuro del clavado en Cuba?
J. — En la actualidad los muchachos se desmotivan por las carencias que afronta el deporte. Hace falta que los jóvenes vuelvan a subirse a los diez metros, modalidad que está perdida. Por lo demás, abundan el talento y la calidad en los entrenadores.
J. A. — Si queremos salvar el clavado cubano, hay que mejorar las condiciones materiales de los centros de preparación, no solo en el alto rendimiento, sino también en la base. Con una pequeña cantidad de recursos y mucha voluntad los cubanos hemos demostrado que podemos medirnos a los mejores del planeta. Solo hace falta un poco más de apoyo y el “salto” que esperamos no tardará en producirse.
Publicado el septiembre 21, 2012 en Mi columna de opinión y etiquetado en Adelante, Cuba, Federación Internacional de Natación, FINA, Jeinkler Aguirre, José Antonio Guerra, Londres 2012, Semanario Adelante. Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.
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