Pégate al agua Felo, pégate al agua…eso puede ser peor…Cierren la puerta, Cierren la puerta. Así perpetuó la caja negra, las últimas palabras de la tripulación del CU-455, bautizado como el “Avión de Barbados” tras ser explotado en pleno vuelo frente a las costas de esa isla caribeña.

De esta manera 73 personas fueron al fondo del mar, incluyendo el equipo juvenil de esgrima que acababa de conquistar el campeonato centroamericano de la disciplina, incluyendo dos camagüeyanas, Inés Luaces y Milagro Peláez. Lo más triste de este caso, como todos sabemos, es que los autores del crimen no han pagado el sufrimiento que causaron a tantas familias cubanas.Que paradoja, parece una pesadilla o una película de ficción, mientras Posada Carriles se vanagloria y hace declaraciones despectivas hacia los pasajeros del avión, permanecen retenidos en prisiones norteamericanas Cinco hombres cubanos, cuya  misión era precisamente evitar la muerte de seres humanos en las manos del terrorismo.

Esta historia la conocen todos los cubanos desde que nacen, lo que mucha gente no sabe es que en el derecho internacional existe una doctrina llamada “Estado de Necesidad” explicarla es muy fácil, si una persona por evitar males mayores comete violaciones de un grado menor, se exonera de estas infracciones y su caso se declara cerrado.

Un bombero para entrar a una casa que esté quemándose tiene que forzar la cerradura y violar el domicilio, pero la necesidad de apagar el fuego se vuelve mayor, que las violaciones cometidas. Lo mismo pasó con los antiterroristas cubanos, para poder entrar en Miami, y proteger la vida de 11 millones de personas, tuvieron que llevar identidad falsa y no registrarse ante el fiscal general de los Estados Unidos, de haberlo hecho, su misión hubiera fracasado.

Parece que el jurado que condenó a los Cinco en Miami no asistió a la clase donde explicaron esta doctrina. Pues en mi cabeza no cabe que se haya desconocido la necesidad que tiene Cuba  de defenderse y prevenir semejantes barbaries cuando actos como el de Barbados han costado la vida de 3 478 cubanos y han dejado mutilado a otros 2099 compatriotas. El por qué no está muy lejos, para el sistema de justicia norteamericano, según ellos “perfecto”, los cubanos que residimos en la Isla no somos un bien jurídico a proteger.

Los jueces de Miami acaso no conocían los hechos de la Coubre, las bombas en instalaciones turísticas, la quema de cañaverales, los asesinatos a maestros y campesinos. A la jueza Lenard a la hora de la sentencia se le olvidaron los atentados a los principales líderes de la revolución, la  introducción en Cuba de plagas y enfermedades bacteriológicas, y  todos los hechos han sido al amparo de un gobierno supuestamente democrático y defensor de los Derechos Humanos, esto tiene un nombre Terrorismo de Estado.

Hay algo que está claro, mientras existan personajes como Posada Carriles, José Basulto, Ileana Ross y demás miembros de la fauna terrorista de Miami, tendrán que existir hombres como los Cinco que sacrificándolo todo, hasta sus familias, vayan a la boca del lobo, a las entrañas del monstruo a impedir que el odio y el ensañamiento incremente la lista de cubanos muertos en actos de terrorismo.