Camagüey: el hormiguero de la utopía
Acabo de ver con mis propios ojos, el empuje de mi Camagüey, ciudad que dentro de 12 días cumplirá 5 siglos de historia. Gracias a este movimiento se han recuperado lugares que parecían irrecuperables, se han hecho de marabusales centros recreativos, de espacios inutilizados instalaciones para el ejercicio físico, que sin dudas mejoraran la calidad de vida de los moradores de esta mediterránea villa.
Hospitales, cuarterías, instalaciones gastronómicas y hasta bodegas han sentido el olor a cemento o a pintura. Es una obra colosal, que llevan mis coterráneos, para celebrar un acontecimiento que tuvimos por azar el privilegio de vivir y no podemos desperdiciar.Ahora más allá del triunfalismo quiero hacer un llamado al acabado de nuestras obras, que el poco tiempo no nos haga caer en chapucerías, después salen más caros los remedios que la propia construcción.
Gracias a la vida por haberme dado la posibilidad de coincidir con la fecha en que mi villa, —o mi ciudad, o la génesis del Camagüey actual, como quieran llamarle— cumple 500 años.
En el día de hoy, pude ver lo que es capaz de hacer la mano y las ideas del hombre. Hacer de una presa un complejo recreativo, parece una locura o una ilusión, pero no, en Camagüey las utopías se hacen realidad con mucha voluntad, y ganas de darle al pueblo la mayor suma de felicidad posible.
Aquel recinto era el aliviadero natural de la presa, y lo que si había era marabú, hoy es un hormiguero de hombres haciendo de aviones, coppelias, de trenes, restaurantes, y hasta barcos de cemento surcan las aguas de un lugar que no aparecía en el mapa de la ciudad.
Por estos días he visto gente trabajando hasta la madrugada, muchas de ellas conozco que tenían por costumbre llegar a su casa a las 12 del mediodía, estos 500 para salir necesitaban 500 joules de trabajo y el pueblo ha sabido interpretarlo, ahora solo queda que este empuje no termine el 2 de febrero, sino que continúe, y se cuide lo que tanto sudor y horas sin dormir ha costado.
Publicado el enero 21, 2014 en Mi columna de opinión y etiquetado en 500 aniversario de Camagüey, Camagüey, Ciudad 500. Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.
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