Un espectáculo a lo Trump
Después de cinco meses de revisión integral de la política hacia Cuba, como el magnate presidente Donald Trump le había orientado a las diferentes agencias del gobierno, el pasado viernes 16 de junio armó su carpa en Miami, para realizar el anuncio de revertir la política de acercamiento entre ambos gobiernos que anunciaran los presidentes de Cuba y Estados Unidos el 17 de diciembre de 2014. Un cambio que según varios analistas internacionales y miembros de su propio gobierno van hacia el camino equivocado, incluso la nueva directiva del ahora inquilino de la Casa blanca ha suscitado cerca de 100 reacciones entre representantes y senadores de ambos partidos.
El show del viernes, como algunos ya le dicen en Internet, tenía una escenografía muy interesante, en un ligero paneo que hizo la cámara pudimos apreciar de quienes se hizo acompañar mister Trump en el teatro Manuel Artime de la tristemente célebre Habana Chiquita: el exilio más reaccionario y ultraderechista. Algunas caras me llamaron la atención por ejemplo Ángel de Fana Serrano, líder del grupo Plantados hasta la Libertad y la Democracia en Cuba, Cary Roque que todavía vive de la historia de haber sido apresada en Cuba por supuestos motivos políticos.
El “perseguido” violinista Luis Haza, de envidiable cubanía al punto que interpretó las notas del himno norteamericano, es hijo del jefe de la policía batistiana de Santiago de Cuba, implicado en el asesinato de Frank País. Por último de los que se pudieron identificar a simple vista estaba el muy conocido José Basulto, líder de Hermanos al Rescate y principal responsable de los acontecimientos del 24 de febrero de 1996.
También acompañaron al multimillonario neoyorquino tres personajes que merecen una presentación aparte. Uno de ellos es Antunez, que pretende llegar a ser presidente de Cuba en las elecciones generales de 2018 y al parecer fue a recibir unas clasecitas del profe Trump. El otro, el representante a la cámara Mario Diaz-Ballart, con todo un historial familiar en contra de la revolución.
Y no por último menos importante, Marcos Rubio, el bebé de la política norteamericana, el tipo duro del comité de inteligencia del senado que “casualmente” investiga los vínculos del presidente Trump con Rusia. El mismo que durante la campaña de hace solo ocho meses llamaba al ahora presidente “estafador” y Trump llamaba al senador “Pequeño Marcos” en tono despectivo, no es casual que ahora se presenten como aliados, es parte de la ética política a la americana y Cuba fue, esta vez, la moneda de cambio.
Aunque todavía no han salido las legislaciones que complementan estas medidas, en su discurso retórico y de vuelta a la guerra fría, el presidente anunció que limitaría los viajes de norteamericanos a Cuba, ahora tendrán que hacerlo en grupo y dentro de las doce licencias permisibles, tampoco podrán gastar libremente su dinero en la isla, solo podrán hacerlo en aquellas instituciones del sector privado, no imagino a algún visitante norteamericano preguntando, antes de entrar a un restaurante, si este es privado o estatal y para más ridiculez tendrán que guardar los papeles porque en 5 años pueden ser auditados .
También limitó todo tipo de trato con las empresas que tengan vínculo con las Fuerzas Armadas y el Estado, supuestamente para que ese dinero no vaya a parar a la “dictadura”, se me hace dificil entender como Trump pretende disminuir los ingresos del gobierno de la isla sin que se vean afectados los cubanos de a pie que según la directiva presidencial es a quien se busca potenciar con esas medidas. Nuevamente la Oficina de Control de Activos Fijos (OFAC por sus siglas en inglés) tendrá más funcionarios atendiendo el tema Cuba que en el resto de esa institución.
Hay algunos datos que ilustran por qué a Trump le es conveniente aliarse a una mafia que todavía conserva poder político y económico en Miami, y es que aunque decimos que el exilio ha cambiado solo el 30% de los cubanos que emigraron a Estados Unidos despues del Periodo Especial tiene derecho al voto, a pesar de esto un abrumador 60% de los cubanosamericanos se muestran en contra de que hizo su presidente el pasado 16 de junio.
El habitante de turno de la Casa Blanca le dijo a la fauna de Miami lo que ellos querían escuchar y ahora están viviendo sus 15 minutos de fama. “No levantaremos las sanciones contra el régimen cubano hasta que todos los presos políticos sean liberados, se respeten las libertades de reunión y expresión, sean legalizados todos los partidos políticos y sean programadas elecciones libres con supervisión internacional», honestamente no se de que presos y partidos habla.
Lástima que Trump conozca tan poco a los cubanos y no sepa que desde hace 58 años nadie nos dice lo que debemos hacer, debiera el magnate antes de formar sus circos estudiar un poco de Historia y escuchar más a su gente, él está obsesionado en borrar el legado de Obama y las nuevas relaciones con Cuba del 17D hasta la fecha son parte de su legado, no le quedaba otra que borrarlo de un plumazo.
Al concluir el reallity, algunos comenzaron a sacar cuentas, y los cálculos más conservadores indican que las compañías de cruceros y las aerolíneas perderán en un año 712 millones de dólares, podrá el ejecutivo mantener esto por solo complacer a dos personas, realmente no lo creo y además ellos están conscientes de que su espacio será ocupado rápidamente por Europa.
No por gusto, en el show dramático no tocaron los viajes de los cubanoamericanos, ni el envío de remesas, tal como hizo Bush en su plan del 2002, otros actores políticos seguirán apostando al acercamiento como la mejor vía para derrotar el sistema cubano, por tanto apuesto a que la guerra cultural continuará y el intento de minarnos desde adentro no es una vía descartada aún para muchos.
Más allá de lo que haga o deje de hacer Donald Trump, a Cuba no lo queda otra que resistir si queremos seguir siendo una alternativa, el presidente Trump pasará y nosotros quedaremos para hacer la historia como hemos hecho ya con sus 12 antecesores.
Publicado el junio 22, 2017 en Mi columna de opinión y etiquetado en Anuncios, ciudad de Miami, Cuba, Donald Trump, Estados Unidos. Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.
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