Almugre, esa cosa tan fea
“Pregunto yo en mi canción / al que grita y patalea / Caballero de la OEA / Que pasó con la reunión. / Como no me voy a reír de la OEA / si es una cosa tan fea / tan fea que causa risa…”
Pareciera un chiste sino fuera algo tan serio. Pareciera estar viviendo la década de los 60` sino estuviéramos seguros de que es el siglo XXI. Otra vez se armó el circo, la cita fue donde mismo en la esquina de: 17th Street y Constitution Ave., N.W., Washington, también asistieron los de siempre, solo que esta vez el promotor, tras anunciar su presencia tuvo un imprevisto y dejó encargado a su asesor Christopher Hernández. Su quórum fue similar a otras veces, encabezado por Rosita Payá y dos o tres más.
Según el documento circulado por la Secretaría General, ellos consideran que tienen competencias para convocar una conferencia para examinar la nueva Constitución cubana y lo justifican invocando la Carta Democrática Interamericana del organismo, instrumento jurídico aprobado en 2001 y que busca fortalecer la “democracia” en el continente, aunque poco hizo y ha hecho la OEA ante el Golpe de Estado a Chávez en el 2002, a Zelaya en 2009, la intentona golpista a Correa en 2010, y más recientemente la persecución política y judicial a los líderes de izquierda en la región.
Olvidan los organizadores de ese show que Cuba fue expulsada del mecanismo en 1962 y por tanto no es Estado parte de lo que Roa muy bien definió como el Ministerio de Colonias Yanquis y aunque en 2009, mediante la Resolución 2438, quedó sin efecto la expulsión, la mayor de las Antillas ha reiterado que al sistema interamericano no regresará jamás. Sin embargo, al parecer ni los propios diseñadores del sitio web de la Organización lo tienen claro, pues tienen un espacio para Cuba que obviamente está vacío. Parece cosa de locos pero a 58 años del estribillo de Carlos Puebla la OEA sigue causando risas.
Este martes el mensaje que se leyó a nombre del Secretario General decía que “La reforma constitucional que será votada en plebiscito el próximo 24 de febrero nace lisiada de origen porque no nace del pueblo”, que desinformado está el excanciller uruguayo, de allí sus papelazos. Almagro desconoce lo amplio de un proceso de Consulta Popular en el que participaron más de 8 millones 945 000 cubanos, en el cual se hicieron más de un millón 706 000 intervenciones. Menos podrá conocer que tras este proceso, eminentemente de pueblo, se modificaron 134 artículos de los 224 que traía el proyecto aprobado por la Asamblea Nacional, solamente 87 artículos no se tocaron. Comparando con el paradigma de democracia del señor Almagro, la Constitución norteamericana es la más antigua de las que están vigente, ha tenido que ser enmendada 27 veces y solo fue firmada por 40 personas, hombres todos.
Contradice la Carta Interamericana quien debe velar por ella, eso no tiene otro nombre que injerencia e intromisión en los asuntos internos de los Estados, nada bueno se puede esperar de quien al parecer le ha declarado la guerra a Nicaragua, Venezuela y Cuba, el nuevo eje del mal según Almagro, tres de los disidentes que no le piden permiso a Washington para favorecer a sus pueblos.
Es la misma Organización que lidera un asedio permanente contra el gobierno de Venezuela y prefiere apoyar a un autojuramentado presidente que no eligió nadie y no a uno electo en un proceso altamente observado por organismos internacionales. Es el mundo patas arriba, cuando su misión es incentivar el diálogo interregional, promueve incidentes en la frontera Colombo-Venezolana para justificar una “intervención humanitaria” a la americana, no ha dicho nada, ni dirá, sobre la expropiación del oro venezolano por el banco mundial, que con su valor se pudiera resolver buena parte del desabastecimiento y la crisis económica que sacude a los venezolanos. Es como no dejar a una madre alimentar a su hijo para después decirle al niño que su mamá es mala y no se ocupa de él.
Es un guión que ya se conoce, esta gastado y poco original, sin embargo esto no deja de hacerlo peligroso. El último país devastado por una coalición internacional fue Libia, pasó de tener los mejores índices de vida en su región a uno desmenbrado e ingobernable, precisamente como les conviene a las grandes trasnacionales del petróleo. En Libia se crearon incidentes internos que fracturaron la unidad nacional, a su vez le inventaron un gobierno paralelo, a el Gadafi le quitaron la capacidad de utilizar los recursos financieros en el exterior y luego, tras una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, se autorizó a las fuerzas de la OTAN a intervenir en ese conflicto interno. ¿No les suena demasiado parecido? Un gobierno autoproclamado, un conflicto interno incentivado por una guerra económica brutal y los fondos internacionales congelados, coincide casi 100% con el libreto antes ensayado. Con la diferencia de que un supertanquero petrolero desde el medio oriente demora de 30 a 45 días en llegar a las refinerías de Texas, mientras que desde Venezuela solo demoraría entre dos y tres días, es la geopolítica a la que juegan Almagro, Trump, Rubio y otros que no dan la cara.
Al magnate presidente le falta su guerra, la guerra que le garantice una reelección como ha pasado con los últimos tres presidentes norteamericanos, Venezuela tiene todas las papeletas para ser la guerra de Trump, solo puede hacerlo cambiar de opinión el riesgo de estar muy cerca y saber que hay, según medios internacionales, entre 4 y 5 millones de venezolanos alistados para defenderse de una agresión militar, ya sea directa o utilizando a Colombia.
Publicado el febrero 20, 2019 en Mi columna de opinión y etiquetado en ayuda, Cuba, intervención humanitaria, OEA, Venezuela. Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.
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