Archivo del sitio
Veinte años siendo necios
Cuesta trabajo remontarse a aquellos tiempos en que, aunque no fueron pocos – 16 años –, la felicidad de los últimos cuatro almanaques se ha encargado de que los recuerdos, las lágrimas, el desespero de Adriana, de Olguita, de Mirtha por ver a su hijo antes de morir, vaya quedando atrás. Sin embargo, Carmen no pudo vivir aquel 17 de diciembre sanlazarino que trajo a su hijo Gerardo de vuelta a casa.
Por eso hoy es un día de emociones encontradas, en el que se junta el llanto por los que ya no están y lo dieron todo por una causa justa, y ese sentimiento que deja la victoria y el saber que al final, por difíciles que fueron las circunstancias, vimos a los tres últimos descender por la escalerilla de aquel Boeing norteamericano que los trajo de regreso a Cuba.