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Entre los dictadores comunistas y los libertadores de Wall Street

Caricatura: Roberto Carlos Serrano Prieto

Mientras buena parte del Congreso disfrutaba el show de Donald Trump en el habitual Discurso del Estado de la Unión, ya se preparaban los programas de análisis o mejor dicho de burla que increíblemente tuvieron más niveles de audiencia que la propia intervención oficial. El de ABC fue uno de los más seguidos pues la réplica en esa cadena la hizo Stormy Daniels, actriz para adultos cuyo nombre real es Stephanie Clifford, de quien se rumora que tuvo una relación extramarital con el presidente.

En el segundo discurso de este tipo más largo de la historia, el multimillonario se mostró ultrapatriótico, repitiendo las promesas de campaña como prioridades urgentes de su gobierno, con el ya tradicional ultranacionalismo exacerbado, al punto de solicitar al congreso 1.5 billones de dólares para construir puentes, autopistas y líneas de ferrocarril hechas «con manos estadounidenses» y «con valores estadounidenses». También pidió más fondos para las fuerzas armadas y para renovar el arsenal nuclear, es como si hubiéramos regresado a la Guerra Fría.

Respecto al ISIS y al terrorismo dijo: “seguimos teniendo todo el poder necesario para detener terroristas en cualquier lugar que los capturemos, allí donde los encontremos. Y en muchos casos para ellos, será a partir de ahora la bahía de Guantánamo”, poco le importó a Trump que esa es una porción de territorio cubano ilegalmente ocupada por Estados Unidos.

También repitió su amenaza una vez más: “pido al Congreso que adopte una legislación que garantice que la ayuda exterior sirva siempre a los intereses de América y vaya solo a los amigos de América no a los enemigos de América”. Es la contradicción, también exacerbada, entre los buenos y los malos.

No podía dejar de mencionar a Cuba y a Venezuela, y sí, lo hizo, tenía que quedar bien con sus amigos estratégicos Marco Rubio y Bob Menéndez, “Mi Gobierno también ha impuesto duras sanciones a las dictaduras comunistas y socialistas de Cuba y Venezuela”, afirmó y solicitó al Congreso de Estados Unidos mayores medidas unilaterales contra estos países latinoamericanos.

Osó Trump en llamar dictaduras a dos procesos que se le oponen, se le olvidó que él no es el presidente que la mayoría de los norteamericanos quiso, ganó gracias al endemoniado sistema electoral que rige en los Estados Unidos. Mientras que en Venezuela, por ejemplo, el propio Jimmy Carter, expresidente de la nación norteña, dijo “Tomando en cuenta las 92 elecciones que hemos monitoreado, yo diría que el proceso electoral en Venezuela es el mejor en el mundo”. Un proceso que ha enfrentado más de 20 elecciones en 20 años, con solo tres derrotas para los chavistas, si eso es una dictadura al parecer la mayoría de los venezolanos quieren vivirla.

Por su parte en Cuba, si tenemos una dictadura, no lo niego: es la dictadura del proletariado. Lo que no comprende Trump es la esencia de un proceso como el cubano, demasiado democrático para ser entendido por alguien que sacó 3 millones de votos menos que su contrincante y, sin embargo, hoy es presidente.

Los cubanos no tenemos una cédula electoral, que constituya una mercancía codiciada por sargentos políticos. Tampoco existen pasquines que llenen las calles de propaganda, los candidatos no han hecho campaña política para que se vote por uno de ellos y mucho menos tienen millones para invertirlos en anuncios televisivos, solo cuentan con la moral y los méritos. Las urnas son custodiadas por pioneros y apareces en el registro electoral al cumplir 16 años.

Donald Trump debía informarse de los niveles de abstencionismo que hay en su país y compararlos con los de Cuba, así podrá entender porque los cubanos nos sabemos dueños del proyecto de país que construimos. Si esto es una dictadura Mister hay millones de cubanos, masoquistas al parecer, que prefieren vivir la dictadura del proletariado antes que la libertad de Wall Street.

Un espectáculo a lo Trump

Después de cinco meses de revisión integral de la política hacia Cuba, como el magnate presidente Donald Trump le había orientado a las diferentes agencias del gobierno, el pasado viernes 16 de junio armó su carpa en Miami, para realizar el anuncio de revertir la política de acercamiento entre ambos gobiernos que anunciaran los presidentes de Cuba y Estados Unidos el 17 de diciembre de 2014. Un cambio que según varios analistas internacionales y miembros de su propio gobierno van hacia el camino equivocado, incluso la nueva directiva del ahora inquilino de la Casa blanca ha suscitado cerca de 100 reacciones entre representantes y senadores de ambos partidos.

El show del viernes, como algunos ya le dicen en Internet, tenía una escenografía muy interesante, en un ligero paneo que hizo la cámara pudimos apreciar de quienes se hizo acompañar mister Trump en el teatro Manuel Artime de la tristemente célebre Habana Chiquita: el exilio más reaccionario y ultraderechista. Algunas caras me llamaron la atención por ejemplo Ángel de Fana Serrano, líder del grupo Plantados hasta la Libertad y la Democracia en Cuba, Cary Roque que todavía vive de la historia de haber sido apresada en Cuba por supuestos motivos políticos. Lee el resto de esta entrada

“Trump Triumph” y ahora cómo queda Cuba

intro-movilLa noticia sorprendió a la gran mayoría, “Trump Triumph” fue el titular de varios medios de prensa, tras conocerse que el magnate inmobiliario Donald John Trump logró los 270 votos electorales necesarios para abrir el Despacho Oval. Aunque por esas cosas que tiene la democracia “a la americana” no resultó ser el más votado, tal como pasó en el 2000 con las controvertidas elecciones entre Al Gore y Bush hijo, el perdedor logró la mayoría de los votos del pueblo, pero lamentablemente para la Clinton, esto no decide, sino los votos electorales de cada estado.

Nuevamente el gran ganador de estas elecciones presidenciales fue el abstencionismo, esta vez motivado, por ser estos dos contendientes los más impopulares de la historia, una crisis de representación que pudiera traer consecuencias para el tradicional dominio bipartidista en los Estados Unidos.

El 50% de la población no votó, dentro de estos 75 millones no pudieron ejercer su derecho al voto, unos por no estar inscripto y otros por irregularidades con su documentación. “Bendita” democracia esta, en la que el presidente sale electo con solo un 25% de la población a su favor. Lee el resto de esta entrada

Presidenciales 2016 en Estados Unidos, avances de un show

Seal_of_the_President_of_the_United_States.svgEl show que atrapa a Estados Unidos cada 4 años ya comenzó. Los principales actores asisten al casting, cada uno explica porque se cree el mejor para ocupar los dos papeles protagónicos del capítulo final de esta serie a grabarse en noviembre del año 2016. Aunque aparentemente existen varias fuerzas políticas, la realidad es que este espectáculo se queda en dos grandes grupos, los demócratas y los republicanos que al final son dos razas de una misma especie.

Ya se van perfilando los principales contendientes en esta pugna por el despacho oval. Todavía los partidos tradicionales no han efectuado las primarias, pero como en todo show aparecen ya las especulaciones. Por el bando demócrata Hillary Clinton parece llevarse el protagonismo, entre los avales de la Clinton está su experiencia en la llamada alta política, como primera Dama, como contendiente de Obama en el 2008 y después como Secretaria de Estado. Lee el resto de esta entrada