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Hablando en plata sobre World Learning
Algunos pudieran pensar que ya se volvió consigna eso de que Estados Unidos, luego del 17D, cambió sus métodos, pero el objetivo sigue siendo el mismo, sin embargo, no es muela ni teque, es la dura realidad. A los más informado debe resultarles conocido el nombre de la Organización “no gubernamental” World Learning con sede en Washington y en Vermont, pues por estos días está en el centro de la noticias generadas desde Cuba.
Aprendizaje Mundial, como es su nombre en castellano, se autopresenta en su sitio web como la ayuda a la próxima generación de líderes mundiales para obtener un mayor sentido de responsabilidad ciudadana, establecer relaciones a través de líneas étnicas, religiosas y nacionales, desarrollar las habilidades y conocimientos para transformar sus comunidades y países.
Esta ONG desde el primero de marzo lanzó una convocatoria para que un grupo de jóvenes cubanos, entre 16 y 18 años de edad, con capacidad de liderazgo, viajaran a Estados Unidos a recibir cursos sobre diferentes temas, dentro de estos aparecen curiosamente palabras claves puestas muy de moda como empoderamiento, democracia, programas de desarrollo, transformación y cambio. Llama poderosamente la atención que estos viajes no tienen vínculo alguno con el Ministerio de Educación cubano.
Los “generosos amigos” de los jóvenes la isla incluyeron también la elaboración de un proyecto final centrado en las actividades a implementar en Cuba, dichas acciones iban a ser monitoreadas por los mismos dueños del dinero, quienes querían saber qué estaban haciendo con su money. Como en tantas otras ocasiones, la principal condición para viajar al Norte fue regresar a la isla y aplicar los conocimientos adquiridos en las lecciones que los profes de la democracia impartieron.
Aplicarían para este curso jóvenes con habilidades para hablar en público, trabajar en equipo, negociar, fomentar consenso, resolución de conflictos, defender los derechos propios, y solucionar problemas. El programa casualmente incluyó temas de participación ciudadana y el desarrollo de liderazgo a través del deporte y el activismo.
Esta estrategia no es original de Obama, ni es nueva tampoco, viene desde el siglo pasado, cuando Allen Dulles en el libro El Arte de la Inteligencia escribió: “Nuestra principal apuesta será la juventud. La corromperemos, desmoralizaremos y pervertiremos”. Así lo lograron con la antigua URSS y es lo que buscan con Cuba. También la ley Helms-Burton, firmada por Clinton en 1996, establece mecanismos de asistencia y apoyo a individuos y ONG independientes para apoyar los esfuerzos a la construcción de la democracia en Cuba.
Para quienes no lo sepan World Learning es heredera del tristemente célebre grupo Delphi, protagonista de una ola de injerencias en centroamérica, principalmente contra la Revolución Sandinista durante la década de los ochenta.
Estoy seguro que muchos jóvenes que vieron aquí una oportunidad para viajar al país de los sueños, no conocieron que cerca de 40 programas de World Learning funcionan gracias al dinero de la Usaid. La misma organización gubernamental creadora de programas como ZunZuneo, y el envío de emisarios para organizar una rebelión política en Cuba, copy y paste del guión de las primaveras árabes, que poca originalidad.
Sería bueno saber si el programa de preparación para los nuevos líderes incluye llevarlos, allí mismo en el Distrito de Columbia, al Parque de la Sopa por ejemplo, lugar donde acuden los mendigos, los pobres, los que no tienen techos, cuando hay temperaturas por debajo de cero grados, para tomar un caldo caliente brindado por organizaciones de caridad, iglesias, y poder sobrevivir al frío.
Tampoco deben haber conocido lo que es un desalojo, no deben haberle hablado mucho sobre los 11 millones de indocumentados que no pueden regularizar su situación en un país que se vende como la nación de las oportunidades. Para qué hablarles entonces de los 45 mil estadounidense que mueren cada año de enfermedades curables porque su seguro médico no las cubre. Al parecer el programa de aprendizaje no es muy completo y después los muchachos lamentablemente se quedan con lagunas.
Este no es el primer engendro de la CIA, tampoco va a ser el último, todo parece indicar que se multiplicarán, para ello Obama cambió su política el 17D y no por gusto en marzo de este año llamó al pueblo cubano a olvidar el pasado y a construir una nueva relación con su “buen” vecino norteño preocupado por el futuro de Cuba. El reto es grande pero hay que asumirlo, porque hablando en plata, los nuevos “amiguitos” buscan lo mismo, la diferencia es que ahora, como es normal en el cine norteamericano, se quieren hacer los buenos de la película.