Inmortal
“…no fue por posar para la Historia que puso el pecho a las balas cuando vino la invasión, que enfrentó a los huracanes de igual a igual, de huracán a huracán…
Eduardo Galeano
Por qué será que tienes el don de ser el mío, el nuestro, el de todos. Por qué será que ante las dificultades te evocamos, para convertir el no en un sí, lo imposible en posible, lo difícil en fácil, lo errado en certero, la oscuridad en luz.
Porque nos enseñaste a luchar en cualquier circunstancia por difícil que sea; y a levantarnos después de cada caída. Porque tu gracia siempre fue poner la inteligencia al servicio de todos. Porque compartiste la fortaleza con los débiles. Porque no faltaste a la justeza ni un solo instante de tu vida. Porque la valentía te hizo grande. Porque con la honestidad y la verdad nos guiaste a puerto seguro sin importar cuán revuelto estuvieran los mares.
Y es que desde los días de la Sierra, el verde olivo ha sido la señal más visible, la sombra de un guerrero sin reposo. Tú sabes cuánto significa la estrella de Comandante para un pueblo que alimenta su resistencia a cuenta de su propia historia; historia que contaremos a nuestros hijos desde pequeños y cuando nos pregunten por su protagonista le diremos que está aquí, allá, en ti, en mi, en ellos, en nosotros; porque tú eres la estrella, la luz que marca el rumbo.
Cuando más lejos te sentimos, en aquellas horas interminables de la proclama que nos enmudeció a todos, volviste, convertido en soldado de las ideas, en el compañero de todos, y tu mirilla telescópica se transformó en un arma de alcance universal para hacerle la guerra a la guerra, para marcar la diferencia entre la supervivencia y la existencia, para convertir el odio en amor. Entonces, ¿cómo no creerte y saberte eterno?
Ahora, en tu marcha infatigable hacia el horizonte que ha de conquistar cada hombre y mujer de este mundo, emprendes un nuevo viaje, no se sabe a dónde, para desembarcar en diciembre, volver en enero victorioso y renacer en cada agosto, ya no en movimiento, sino en una eterna imagen que inmortaliza la trascendencia de esos instantes decisivos de tu historia, que es nuestra, y mostrarnos que eres de esos hombres que luchan por toda la vida.
No te quepa dudas, tus ideas serán nuestras ideas, tus brazos serán nuestros brazos, con tus piernas andaremos; nuestros triunfos serán tus triunfos y es que allí está tu secreto: en haber vivido una vida digna de ser recordada.
Porque la semilla que sembraste ya no es país, brotó en Isla universo, porque devolviste la dignidad a los tuyos y más allá, porque tu índice aún nos muestra el camino hacia un mundo mejor, porque eres un privilegiado de la historia, “pues ningún otro pudo transformar tanto el mundo y vivir para verlo”, porque te batiste por los perdedores, por tu necedad. Este, el pueblo que aún comandas, hace años que te concedió el don con que muchos hombres sueñan pero pocos pueden lograr, que no conceden las hadas, solo los agradecidos, y este, Fidelísimo mío no puede ser otro que el de la inmortalidad.
Publicado el agosto 10, 2018 en Mi columna de opinión. Añade a favoritos el enlace permanente. 1 comentario.
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