La razón que propicia el robo de talento
Hace unos días estaba conversando por el chat con una buena amiga, Adriana Doncel, destacada luchadora por la libertad de los Cinco, ella me contó algo que quiero comentar con ustedes.
Adriana tuvo que ser sometida a una operación de urgencia, pero lo importante y yo diría “very important”, es que cuando la anestesiaron para comenzar el acto quirúrgico, el especialista, con el objetivo de relajarla le dijo que pensara en algo lindo, un lugar donde ella quisiera ir, por ejemplo Miami, le enfatizó.
Aquella mujer, aún acoplada a una serie de equipos médicos no pudo hacer más que reírse, en ese momento le vino al pensamiento una plaza, con las imágenes del Ché, Camilo y Martí, estaba pensando en Cuba, en la Plaza de la Revolución capitalina, pues aunque algunos lo niegan es más bella y tranquila que cualquiera existente en Miami por muy moderna que pudiera ser la ubicada en el norte.
¿Acaso este médico, no tiene conocimiento de lugares maravillosos que hay en Latinoamérica, en la propia Argentina están las Cataratas del Iguazú, por qué no decirle a su paciente que pensara en esta maravilla natural, o en alguna otra de las existentes en el propio Buenos Aires?
Sucede que este profesional, desde pequeño es víctima de la propaganda que vende a los EEUU en general y a Miami en particular como un lugar paradisíaco y que llega al Sur por todas las vías posibles, desde la televisión, radio, cine, la literatura y en los productos de todo tipo, de modo que los sectores profesionales de los países subdesarrollados principalmente de América Latina, constituyen blanco directo de aquellos que construyen el imaginario capitalista como la máxima aspiración para cualquier proyecto de vida.
Esto mismo pasa con artistas, deportistas, científicos, no solo en Latinoamérica sino también en África, y en los países subdesarrollados de Asia. El modo operandi es el mismo, la propaganda para desnaturalizar al individuo, para que olvide la historia de su pueblo y quede deslumbrado con un país, con un sistema, perfecto sin manchas, obviamente para mantener la hegemonía imperial y de paso para facilitar el robo de cerebros o de músculos de aquellos más pobres que logren desarrollar un capital humano que les pueda ser útil
Gracias a Adriana por pensar en mi Cuba, imperfecta, pero que tiene y tendrá siempre en el centro de su sistema al hombre.
Publicado el junio 1, 2012 en Mi columna de opinión y etiquetado en Argentina, Buenos Aires, Camilo y Martí, Ché, cine, Cuba, la libertad de los Cinco, la literatura, las Cataratas del Iguazú, Miami, radio, televisión. Guarda el enlace permanente. 1 comentario.
Gracias por avisarnos. Le voy a enviar un mensaje a Adriana. Estoy de acuerdo que existen lugares mucho mas lindos que Miami en el resto del mundo.