Apuntes necesarios para llegar lejos
Por suerte para este reportero, tuve la posibilidad de vivir junto al equipo los últimos momentos del tercer juego del play off de comodines, desarrollado en el estadio Cándido Gónzalez, lo que me dio la oportunidad de conversar con los protagonistas de la “hombrada” poco después de acabarse el encuentro.
“Estoy orgulloso de mis muchachos, un equipo muy joven pero con muchas ganas de triunfar, ahora viene la preparación para la segunda vuelta, analizaremos las debilidades del equipo, lo que nos hace falta y el rendimiento de los posibles refuerzos para seleccionarlos bien”, explicó Orlando Gónzalez aun emocionado con la historia que están escribiendo sus pupilos. Una frase se repite en varios de los jugadores, “Ahora vamos a tratar de colarnos entre los cuatro, juego a juego y sin presión”. Y es que este miércoles ellos se creyeron que podían tras terminar la remontada y vencer como local a Las Tunas. Los Toros de la Llanura llegaron a su ruedo, el Cándido González, obligados a ganar dos juegos consecutivos, de lo contrario terminaba la 56 Serie Nacional de Béisbol para elllos. Analicemos ahora los números con la cabeza fría y después de la emoción, que muchas veces puede cegarnos.
En tierras tuneras Yoalkis Cruz no les permitió libertades a los camagüeyanos, víctimas de una buena labor monticular del derecho que aunque permitió 7 imparables, siempre que tuvo corredores en circulación, dominó con un poco de maña y de suerte también, pues le vieron la pelota y la conexiones eran fuertes pero de frente. El ABC del béisbol dice que cuando el pitcher está dominando el equipo contrario debe moverlo, tocarle la bola hacer jugadas para provocar o quien sabe hasta lesiones, sin embargo Cruz tiró tranquilo y muy pocas veces tuvo que moverse del box.
Por su parte José “Pepe” Ramón Rodríguez, el abridor de Camagüey, no estuvo en una tarde de galas, pero tampoco fue de sus peores salidas, un juego de dos carreras se considera remontable, más si se analiza que los Toros llegaron allí bateando colectivamente .301. En ese primer partido del play off por el comodin, a la ofensiva el único que pudo descifrar los envíos de Yoalkis fue el primer bate Humberto Bravo, autor de tres hits en cuatro turnos.
De vuelta en su cuartel, en el segundo desafío de la mini serie, la historia parecía la misma, e incluso llegaron a acumular 14 entradas sin pisar la goma. Camagüey se vio dominado por el veterano Ubisney Bermúdez, quien no llevaba mucho en sus envíos pero los colocaba donde quería. Tanto en ese choque como el tercero, los nuestros estuvieron dominados la primera mitad del encuentro, se veían desesperados, incluyendo corridos de bases arriesgados.
El pitcheo abridor de las Tunas, tanto Yoalkis como Ubisney Bermúdez y Alejandro Meneses controlaron los maderos camagüeyanos. Al punto que los dos juegos como locales, la mayoría de las carreras se hicieron en el sexto o después. Aunque los nuestros amenazaban el hit a la hora buena nunca llegó antes de la sexta entrada, el pitcheo abridor de las tunas se hizo difícil, con excepción de las dos carreras que se hicieron para tomar el mando en el segundo inning del tercer desafío.
Como sucedió en el resto de la Serie, el peso ofensivo recayó sobre los primeros cuatro hombres de la alineación, sin embargo esta tanda se vio limitada en su productividad por la baja producción de hit del segundo y tercer bate, Leonel Segura y Héctor Hernández respectivamente, quienes se fueron con solo tres imparables en 22 turnos.
Los mejores al bate sin lugar a dudas fueron Humberto Bravo y Alexander Ayala cada uno con 7 hits en 12 turnos, el cuarto madero además remolcó tres carreras y de los siete indiscutibles cuatro fueron dobles.
Por su parte el pitcheo nuestro permitió diez carreras, todas limpias, los abridores no estuvieron todo lo dominante que se comportaron en la etapa regular, permitiendo cinco carreras limpias. Esto demuestra que los dos errores cometidos por la defensa en las 27 entradas jugadas no trajeron consecuencias graves y a la hora buena no pifiaron.
Quién iba a pensar que en estos momentos, en lugar de ver como otros equipos se reforzaban con camagüeyanos, íbamos a ver una afición, papel en manos, hablando ya de posibles refuerzos.
Para generar desde ya la polémica creo que Camagüey necesita reforzarse en el cuerpo de lanzadores por lo menos con dos, un bateador de fuerza, los jardines y un tercera base que conjugue defensa y ofensiva a la vez. Le tocará a Orlando Gónzalez y su cuerpo de dirección decidir, por ahora que la pasión y el debate continúe en las calles camagüeyanas, disfrutando todos de la mejor actuación del equipo en los últimos 15 años.
Publicado el octubre 21, 2016 en Mi columna de opinión y etiquetado en béisbol, Camagüey. Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.
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