Mi padre cumplió este 4 de junio 49 años, si les hablo de mi padre héroe, Gerardo, quien ha pasado sus últimos 15 cumpleaños en los llamados cementerios de hombres vivos, prisiones en las que generalmente el que entra nunca sale, pues al ser de máxima seguridad allí envían a quienes más años tienen que cumplir o a los reos más peligrosos del país. En ese escenario pasó su cumple ayer Gerardo, sin las felicitaciones directas de sus amigos, de la familia, ni las de su Adriana querida.

Gera cuando fue encarcelado apenas tenía 33 años de edad con toda una vida cargada de sueños por delante, hoy quince años después, cada día que pasa esfuma un sueño, él es el más joven de los Cinco y ya el año que viene cumplirá 50 años, son números que no deben mirarse fríamente, cuantas cosas se hacen en 15 años, y ojalá el tiempo se detuviera, pero no, ese tiempo ya no se recupera.

No podemos permitir que lo que nos devuelvan de Gerardo sean sus cenizas, la realidad es que si no hacemos algo para terminar esa injusticia, no tendría fecha de salida. Lo más doloroso de todo es que semejante condena fue por mantenerse digno, por evitar la muerte de seres humanos inocentes, por no ceder al poder imperial.

Como hijo adoptivo de Gerardo les pido que me ayuden a traer a mi padre, junto a la gente que lo quiere, que lo espera y lo necesita. Mister Obama restablezca el camino de la justicia devuelva a mi padre y a mis dos tíos aún en prisión no pierda la oportunidad de entrar a la historia como un hombre que supo rectificar tamaña injusticia.